martes, 3 de enero de 2017

El Estudio-Taller-Ensayo

Poco antes de que mi novio se mudara conmigo, mi único hermano, mayor que yo, decidió abandonar el nido y emprender el vuelo... se casó pues... así que, si mi mamá hubiera vivido ese momento me hubiera causado mucha emoción porque la recámara más grande de la casa ya iba a ser mía, pero en realidad no fue tanta la emoción porque ahora la casa iba a ser para mí sola.

Así que lo que siguió fue crear un Estudio-Taller-Ensayo... ¡ja, ja, ja! sí, es que quería un lugar para tener todos mis materiales ordenados de mis manualidades, un lugar para los instrumentos y ensayar con la bandita de rock y un lugar donde escuchar música y pasar tiempo en la computadora; y pues me puse creativa.

Lo primero después de quitar todas las cosas que mi hermano no quiso llevarse en la mudanza, fue pintar. Tenía ahí algo de pintura que había sobrado de la remodelación de mi recámara (de tonos verdes), así que mezclé los dos tonos y pues siguió estando verde, compré una tinta azul y quedó un tono entre aguamarina y turqueza obscuro. Después compramos una cubeta de pintura en un tono como muy cremita y le pusimos tinta mostaza, así que quedó como amarillo mostaza.

Al igual que la recámara quería hacer contrastar los colores pero en esta ocasión pinté de un mismo color las paredes que eran paralelas: las dos más angostas de color aguamarina y las dos más largas de color amarillo.

Desafortunadamente, al igual que con la recámara cuando empiezo el proceso nunca se me ocurre guardar evidencia para comparar el antes y después. Así que sólo pondré las fotos de cómo quedó terminado. Sólo les digo que no se perdieron de mucho en las fotos del Antes, ya que prácticamente esa habitación había vuelto a ser virgen y no tenía casi nada.

Lo único que dejó mi hermano fue la silla y el escritorio, así que los pinté con la misma pintura café que me sobró de la mesita y el buró de mi recámara, agregándole en las estructuras metálicas un color Ivory.




Para el pintarrón blanco con el "corcho" que se ve en la foto, sólo utilicé un pedazo de cartón de esa medida, la mitad la cubrí con papel blanco y la mitad con papel café, a la parte del papel blanco le puse plástico adherible o papel contact, al final con cinta de aislar gris coloqué una moldura para que se viera bonita la orilla, y lo colgué.

En la página de segunda mano conseguimos el sonido, me costó un 10% de lo que cuesta nuevo.

La lámpara la tomé de mi recámara y ya sólo coloqué fracos o tazas viejas para los plumones, lápices y plumas de tinta.

Fui al mismo Outlet donde ya había comprado la cortina y compré una rayada en tonos muy vivos (morado, verde, rojo, amarillo y aguamarina) que contrastaba y combinaba perfectamente con las 4 paredes del cuarto.

El guardapolvo de toda la habitación lo pinté con esmalte en espray de color amarillo pollo.




Acudí nuevamente a páginas web donde venden artículos usados o en las mismas redes sociales, y me hice de más cuadros viejos, los restauré y pinté de nuevo con la pintura que me había quedado de los otros cuadros, hasta la fecha todavía tengo varios por pintar y restaurar.

Busqué un buen espejo, para mi propio ensayo de baile o canto, conseguí uno en de tamaño bastante grande en $500 pesos mexicanos, la verdad fue una ganga porque la mayoría de los espejos con biselado de ese precio miden aproximadamente unos 40 o 50 centímetros por lado. Éste mide mas o menos un metro de ancho por casi 1.70 metros de altura. Es bastante pesado pero tiene dos barras metálicas por atrás lo que lo hace fácil para colgar.

De las otras paredes, una coloqué una tabla que va de lado a lado de la habitación y ahí coloqué un tubo para formar un closet para la ropa que usamos poco o por temporadas, sólo usé dos soportes como el de la foto a continuación atornillados a la tabla y les puse un tubo. 




Adicional, también ahí coloqué en el espacio sobrante algunos cajones y estantes para poner mis materiales de manualidades.




Para la otra pared, mi novio me pidió que le regalara la más grande para sus guitarras. Colocamos una tabla ranurada y los soportes especiales para las guitarras.

Éste lugar nos sirvió mucho tiempo para almacenar un pequeño equipo de sonido que teníamos para la bandita de rock, después por falta de uso decidí venderlo e hicimos cambio de las guitarras a otra habitación de la casa, una donde yo antes dormía, pero que después de mudarme a la habitación principal, decidí rentar, y después, volví a cambiar de opinión y ya no quise rentarla más, en otro post futuro publicaré fotos e historia sobre esa habitación.

Actualmente sólo es espacio para la ropa, pues amplié el lugar para colgarla y coloqué algunos estantes adicionales para más almacenamiento de cosas que se usan por temporadas.